Image

Disfunciones sexuales

Por María Soledad Molina C.
Psicóloga

Eyaculación precoz, impotencia, anorgasmia, entre otros, son términos que hemos oído más de una vez e incluso, es posible que en algún momento nos hayamos sentido afectados por su presencia en nuestra relación de pareja.
Estas son algunas de las formas de disfunción sexual, es decir, la dificultad para completar el Ciclo de Respuesta Sexual porque ocurre algo en la secuencia ordenada de cambios que debe producirse en nuestro organismo cuando estamos ante un estímulo sexual. Los problemas pueden aparecer durante cualquier etapa del acto sexual (deseo, excitación, orgasmo y resolución) que evita que la persona o la pareja disfrute de la actividad sexual.
Cuando una disfunción sexual se presenta en una relación es posible, en principio, actuar con comprensión, pero si la situación se mantiene en el tiempo, lo más probable es que la comprensión deje paso a la exigencia o a la inapetencia, contaminando de esta manera otros aspectos de la relación como la comunicación, las muestras de afecto, la intimidad, entre otras.
En las personas con insuficiencia renal este es un tema sensible y más común de lo que parece: se calcula que el 50% de hombres y mujeres sufren de algún tipo de disfunción sexual, manifestado por la falta de deseo y disminución en la frecuencia de relaciones o en su interrupción, muchas veces definitivas.
Los cambios físicos pueden producir sentimientos de ser menos atractivo. El tratamiento recibido y la anemia que se asocia frecuentemente, pueden alterar el deseo y capacidad sexual. Además, muchas drogas para la hipertensión pueden afectar la función sexual al causar disfunción eréctil y las cicatrices quirúrgicas pueden afectar disminuyendo el nivel de atracción entre las parejas.
Una serie de problemas psicológicos que pueden agravar el efecto de los problemas físicos: incapacidad para adaptarse a la enfermedad crónica, sentimiento de culpa de uno de los miembros de la pareja debido a una falta aparente de cariño relacionada por la pérdida de apetito sexual. La tensión y la ansiedad debido a la enfermedad, la depresión que puede hacerse presente, son otros factores importantes que se relacionan muchas veces con una disminución de la actividad sexual.
No son pocos los que se preocupan porque una relación sexual pueda causar, por ejemplo, daño del acceso vascular, pero lo cierto es que si la actividad sexual no genera excesiva presión sobre el acceso vascular (catéter o fístula), no causará ninguna  lesión.
Muchas de las parejas en las que el acto sexual no es posible llegan a aceptar la idea de que el sexo no es tan importante. Caricias, abrazos y besos, un acercamiento corporal aún cuando no conlleve intercambio sexual, permiten obtener sensaciones placenteras y expresar afectos que tienen el efecto de  nutrir y  desarrollar   las relaciones de pareja.
Es habitual que en algún momento de la enfermedad se presenten dificultades en la vida sexual, pero a medida que el organismo se ajusta al tratamiento y se da un buen rendimiento de la diálisis, el paciente tiende a sentirse mejor, retomando el interés por desarrollar actividades sexuales.
Muchas veces olvidamos que en la sexualidad intervienen múltiples factores, que no solo es el acto físico, que es lo que uno siente sobre sí mismo, la relación con los demás y con la pareja. Que la sensación de intimidad, la comunicación, las confidencias y los proyectos comunes resultan más importantes y enriquecedores que el simple acto sexual.  En la vida sexual de una pareja no siempre va incluida la cópula. Implica una amplia gama de actividades placenteras que puede o no incluir la cópula, como caricias, besos, abrazos, que proporcionan sensaciones de proximidad, calor y satisfacción mutua.
Si perdiéramos el miedo a aprender de sexualidad, buscar ayuda, probar alternativas, sobretodo las personas que viven con cualquier enfermedad que pueda de alguna forma interferir en sus relaciones sexuales, se haría más fácil y posible una vida sexual satisfactoria.

Disfunciones Sexuales más frecuentes

Deseo Sexual Hipoactivo: Inhibición de apetencia sexual persistente en el tiempo.
Disfunción Eréctil (Impotencia): Incapacidad para obtener o mantener la erección.
Trastorno de la excitación en la mujer: Incapacidad para obtener o mantener la respuesta de lubricación.
Eyaculación Precoz: Falta de control voluntario sobre la respuesta de eyaculación.
Eyaculación Retardada: Retraso en la respuesta de eyaculación.
Anorgasmia: Incapacidad de llegar a la fase de orgasmo, tras la fase de excitación.
Dispareunia: Dolor en los genitales durante o inmediatamente después de la actividad sexual.
Vaginismo: Contracción involuntaria de los músculos de la vagina que impide o dificulta la penetración.
Aversión sexual: Miedo irracional a la actividad sexual.